A veces hay casos en los que, después de la
terapia con toxina botulínica, el paciente no nota el efecto y la toxina no funciona transcurridas unas semanas o incluso un mes. En este caso, los pacientes tienden a culpar al médico, sospechando de su falta de profesionalidad. Sin embargo, este no es el caso y los motivos pueden ser diversos.
El nombre de Botox es el nombre comercial de una neurotoxina producida por Allergan, que se utiliza en España bajo la marca Vistabel.
Las moléculas de esta toxina bloquean el impulso nervioso, impidiendo que los músculos faciales se contraigan, lo que provoca el alisamiento o la desaparición completa de las arrugas. El periodo medio de eficacia de la terapia con toxina botulínica, según la prescripción oficial del fabricante de la toxina, es de 3 a 4 meses, dependiendo en gran medida de las características individuales del organismo y del estilo de vida. En algunos casos, el tratamiento puede durar hasta 6 meses, pero esto es más bien una salvedad.
Ahora bien, el efecto puede que no aparezca en absoluto y las razones pueden ser las siguientes: